Israel requerirá que todas las casas nuevas lleven una etiqueta de eficiencia energética según anunció ayer el gobierno. Es un movimiento destinado a cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de carbono.
Alrededor del 30% del consumo total de electricidad nacional ocurre en edificios residenciales. La aprobación de la obligación por parte del Comité de Economía de la Knesset hará que esta sea parte de la Ley de Venta. La misma se aplica en todas las unidades de vivienda nuevas.
Israel se comprometió a bajar las emisiones de carbono un 27% para 2030 y un 85% para 2050. Hasta ahora, la presión para ofrecer construcciones energéticamente eficientes provino de empresas multinacionales que usan una plantilla global para todas sus oficinas que prioriza la eficiencia energética.
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El Ministerio de Energía y de Vivienda, con los estadísticos, buscan un sistema de etiquetado para brindar más datos a los compradores. Y presionan un enfoque de los edificios residenciales para que la energía a usar para construir casas y vivir en ellas caiga.
El proceso de construcción es un clave contribuyente a las emisiones de carbono. Como resultado de las formas tradicionales, los materiales usados y la cantidad de residuos que se producen, la industria es responsable del 40% de las emisiones de totales de carbono. El 8% proviene del hormigón.
Los detalles para lograr este fin es instalar iluminación de bajo voltaje y paneles solares. Los edificios se diseñan desde el inicio para interactuar bien con las condiciones climáticas que los rodean. Esto se logra usando un tipo de ventanas y de vidrio para promover la circulación de aire y el aislamiento, en vez de subir el calor solar y la necesidad del aire acondicionado.
Ziv Shor, gerente en Israel de la compañía inmobiliaria internacional JLL y profesor de bienes raíces en la Universidad Reichman, cree lo siguiente. “La eficiencia energética y la sustentabilidad se están convirtiendo en la prioridad número uno para las personas. También es un requisito fundamental para los inversores, y pronto será muy difícil financiar proyectos si no son sostenibles”.
Cortesía: Aurora-Israel
